La verdad envidio a quienes tienen socios. Esos empresarios que orgullosamente se sientan y dicen, «mis socios: gente amable, que sonrie y que juntos construyen un gran futuro para el mundo y para ellos» 🙂
Yo lo que he visto en estos 20 años es que tienes que avanzar a tu ritmo. Quienes te apoyen y te sigan con sinceridad atesoralos mas que a cualquier dinero pues ellos son los verdaderos socios, algunos seran socios reales depende de las dinámicas accionarias que elijas.
Pero, esperar que un extraño vaya a simpatizar con tu idea y tu proyecto sin querer apropiársela o transformarla en un instrumento de beneficio personal es, en la experiencia de estos primeros 20 años una falacia. Por eso insisto en recomendar:
Hazlo solo.
